sábado, 12 de julio de 2014

"Tierra del Fuego"



Elogiada por la prensa, multinominada por todo y premiada por demás, “Tierra del Fuego” es una de esas obras a las que uno va con demasiadas expectativas, si es que encima lee la ficha técnica, donde figura un nombre mejor que otro. Y ahí puede resultar el primer conflicto personal. El de creerse menos que la obra, el de sentir que se está perdiendo algo, el de esperar a que la obra baje para hacer un análisis más profundo o simplemente entender que existen tantas percepciones como personas en el mundo, y lo que puede parecer genial para algunos, para otros es algo correcto o menos. Sin embargo, algo resulta universal, Mario Diament como autor es de los mejores de nuestro país. Su pluma, tan exacta como poderosa, no pasa inadvertida.

“Tierra del Fuego” juega mucho con la memoria emotiva ajena. No seduce a quienes no vivieron determinados momentos de la historia mundial, aunque sí atrapa con algunas imágenes fílmicas de lo sucedido, por ejemplo, ese atentado en las puertas del Hotel Europa, ubicado en el centro de Londres, donde la ex azafata israelí, Yael Alón (Alejandra Darín), resulta herida y su confidente amiga, muerta. Nada menos que un registro de lo que se contará a continuación. Y en este desaire a las nuevas generaciones, es donde flaquea el relato. Lo demás, la dinámica para generar los distintos espacios en un escenario reducido, el sentido centrífugo de sus protagonistas y los cortes entre escena y escena, corren por cuenta de una marcada dirección de Daniel Marcove, que encuentra en Alejandra Darín, el tutor ideal para sostener al resto del elenco.

Conmueve saber que la historia está basada en un hecho real y así entender cómo la vida de esa ex azafata israelí, fue atravesada durante tantos años por un ser que ponderaba por su propia justicia, como el terrorista Hassan el-Fawzi (Carlo Argento). Y un recurso que detona estas sensaciones por nuestros adentros es sin duda la música original de Sergio Vainikoff. Íntimos sobresaltos que camuflan a un reparto en el que solo se destaca Miguel Jordán.

“Tierra del Fuego” desilusiona a aquellos que esperan ver la mejor obra de su vida, angustia a aquellas víctimas de atentados y neutraliza a los que quieren ver una obra de teatro bien contada. Con un libro que sí excede las expectativas, para equilibrar el resultado final. Recomendada. Para ir y sacar sus propias conclusiones.

Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo

1 comentario:

  1. Es que se supone que de alguna manera debería acercar a los que no vivieron ese momento, eso es casi fundamental. Lógicamente no serán las mismas sensaciones pero se debería encontrar el camino de la emoción de todos en la puesta. Aquí no pasa por lo que dices y entonces es una obra para un target en particular, lo cual puede ser es interesante - Entonces recomendada para los que vivieron de cerca históricamente ese momento por lo que entiendo

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