miércoles, 28 de mayo de 2014

“Clac! Una obra de película”



Lo difícil de escribir un comentario sobre una obra del nivel de “Clac! ...” es no caer en el halago fácil. Porque simplemente es maravillosa. Actuaciones soberbias, una puesta en escena impecable, un vestuario exacto y un libro aunque no infantil, que acompaña a los chicos en las risas y en la diversión. No sabemos muy bien si el límite que clasifica al teatro infantil está excedido, pero si durante el mientras tanto, todos disfrutan, padres e hijos, es suficiente. “Una obra para toda la familia”, sería la definición más correcta.

La historia cuenta la evolución del cine. Desde sus comienzos con los cortometrajes silentes, pasando por la transición hacia el sonido y del formato blanco y negro al color, hasta el 3D. Mientras los gags y las técnicas del clown apuntan directo a la sensibilidad de los más chicos, los guiños que delatan a la diva y al galán, acercan a los más grandes a películas que contaron la misma temática como la reciente “The Artist” y más atrás en el tiempo, “Cantando bajo la lluvia” y “Sunset Boulevard”.

Artísticamente sofisticada en su concepción, y por sobre el nivel que se le exige a una obra para la familia, “Clac! …” toma vuelo propio por una estética cuidada y lujosa. Cada cuadro podría ser una fotografía sacada  por el mismo Alfred Eisenstaedt. Y aquí juega un papel preponderante su diseñadora Azul Borenstein, quien junto a la directora general Cecilia Miserere, hacen que todo brille.

Otro de los pilares que aseguran la excelencia de “Clac!” son sus actuaciones. Cada uno, en mayor o menor medida y protagonismo, hacen que la energía circule con fluidez. Sebastián Códega como Oscar, el director de la película; Virginia Kauffman como Bette, la diva del film y Giancarlo Scrocco como Fetiche, su héroe, le ponen glamour a una película que sufre los avances de la tecnología. Y mención aparte para Martín Palladino como Animé, el asistente, sonidista y claquetista, entre otros oficios, que es quien asume todo el protagonismo y por ende da el espacio para que los demás hagan su juego. Su presencia escénica descomprime y agiganta todo, el espacio, la idea, el tiempo y la gracia.

“Clac! Una obra de película” es cine en el teatro. Pensado, diagramado y construido por artistas que se toman en serio el teatro, que prefieren la calidad a la cantidad y que no subestiman a un público no tan selectivo cuando se trata de ir con los hijos a un show. Y se agradece, siempre se le agradece a quien pone todo su talento al servicio de la recreación. 

Por Mariano Casas Di Nardo
@MCasasDiNardo

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